Glosas
... un espacio para hablar desde San Miguel
Enrique García y García*
EL CAMBIO CLIMÁTICO Y
EL OZONO
La contaminación atmosférica se ha originado
básicamente a partir del uso inadecuado de hidrocarburos, del carbón, gases
provenientes de la quema de barbechos agrícolas y a ello se adiciona la
presencia de vapores generados desde el fondo de la tierra. La mayor proporción
corresponde a las emisiones originadas por el hombre, con el uso de vehículos
para transporte de pasajeros y carga, la generación eléctrica a partir de
combustóleos o carbón, y las diversas aplicaciones industriales.
No es novedad alguna que dicha contaminación origina
el cambio climático cuyos efectos constatamos diariamente, sin embargo la forma
que se genera involucra diversos procesos físicos y químicos que son complejos
y por ende difíciles de explicar a un público en general. No obstante, es
preciso atender el tema y cambiar el léxico, eliminando tecnicismos propios de
quienes tienen una formación académica o
actividad profesional vinculadas con el tema.
La calidad del aire de la Ciudad de México y área
conurbada, está caracterizada a través de un conjunto de indicadores,
denominado Índice Metropolitano de Calidad del Aire, IMECA, que sirven de base
para determinar los niveles de contingencia atmosférica, sus efectos en la
salud y las medidas de protección que se deben tomar.
La norma1 que lo
establece fue publicada en el 2006, y en ella se describen los seis
índices IMECA: O3 (ozono), NO2 (dióxido de nitrógeno), SO2
(dióxido de azufre), CO (monóxido de carbono) y dos más relacionadas con
las partículas suspendidas en el aire,
denominadas PM10 y PM 2.5 . (en esas últimas se
encuentran las llamadas biopartículas, que contienen bacterias de distintos
tipos). A ese conjunto sugiero agregar, la radiación ultravioleta (UV) como un
séptimo indicador, pues además de que per
se constituye un agente perjudicial directo, es fundamental para la
formación de uno de ellos: el ozono.
Ese ozono presenta dos aspectos, uno bueno y otro
malo, que se han discutido ampliamente en diversas instancias 2 y ahora se
hace énfasis en su participación como agente contaminante climático de vida
corta SLCF ( por sus siglas en inglés short-live climate forcer)
Hace unos años se pensaba que el cambio climático se
daba como consecuencia del calentamiento de la atmósfera, provocado por la
captura de radiación infrarroja solar por los contaminantes primarios arriba
señalados salvo el ozono, ya que éste es un contaminante secundario formado por
reacciones fotoquímicas, causando estragos directos en la salud a determinadas
concentraciones. Recientemente, expertos en la materia incluyendo al Nóbel
Mario Molina, han señalado 3 que ese gas
se debe considerar además como un importante
“forzador climático de vida corta”, contribuyendo así a un mayor
calentamiento global; otro aspecto del ozono “malo”. Es pertinente la
aclaración de que la mayoría de dichos SLFC, son compuestos de poca duración
que transgreden el clima y provocan un mayor calentamiento atmosférico.
El Protocolo de Montreal es el acuerdo internacional
mediante el cual los países firmantes se comprometen a disminuir las emisiones
de gases que destruyen la capa de ozono de la estratósfera, más alejada de la
atmósfera, que nos protege de la radiación solar. El compromiso era suprimir
paulatinamente los gases CFC y HCFC (clorofluorcarbonados) usados en la
refrigeración electrodoméstica e industrial, extintores de fuego, etc., y
substituirlos con otros que no contuvieran ni cloro ni bromo y así surgieron
los HFC (hidrofluorcarbonados). En el informe de alusión previa, se anuncia que
algunos de éstos, son gases de efecto invernadero muy potentes y se deben
considerar como SLFC y es menester suprimirlos, lo que daría lugar a un addendum al protocolo en comento.
Así las cosas la situación ambiental se complica pues
además de trabajar para suprimir los contaminantes comunes, bióxidos de
carbono, nitrógeno y azufre, y partículas volátiles inertes y biológicas, ahora
es necesario realizar acciones para evitar la producción de los SLFCs, entre
los que se encuentran el carbono negro, metano, HFCs y por supuesto el ozono.
Este último juega un doble papel preponderante: se genera a partir de sus
precursores afectando la salud y, a la vez se suma a los contaminantes que
producen el calentamiento global y por ende el cambio climático.
Es por ello que se deben tomar medidas urgentes para
evitar las causas de generación de contaminantes que a corto plazo y
directamente dañan la salud de la población y a mediano y largo plazos,
repercuten en el cambio climático. Tareas difíciles con muchas aristas que hay
que atender de manera puntual.
En
el Día Mundial del Medio Ambiente del 2013.
* Físico Nuclear, egresado de
la UNAM, con diversas especialidades en energía, agua y transferencia de
tecnología; autor de cinco libros de divulgación técnica, dos más por
publicarse, y una centena y media de publicaciones afines; editorialista en
diversos periódicos nacionales, en temas humanistas y técnicos; consultor
independiente con sede en San Miguel de Allende, Gto.
3 http://bit.ly/ZmtTgB “At the crossroads”, UNEP Org, A. R. Ravishankara, M.
Molina, D. Zaelke, 2012
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